En todo este tiempo que he vivido en México, me he dado cuenta que la gente en este país, o mejor dicho, la cultura del mexicano es algo materialista y ambiciosa, lo digo porque acá la gente vale por su profesión, por el dinero que pueda tener, por la condición social y no por su calidad humana…
Daré algunos ejemplos.
Cuando apenas llegué a México y me entrevisté en la empresa donde al final trabaje varios años. Al presentarme dije que me llamaba Jorge Gutiérrez Faúndez, pero se me quedaron mirando como para que les dijera algo más… yo no entendía, hasta que me dijeron “pero qué siglas tienes?”, yo seguía sin entender… les dije “siglas?, pues J. R. G. F.” pero se pusieron a reír diciéndome que acaso no sé de las siglas que se ocupan antes de cada nombre (Ing., Lic., C.P., Dr., etc)… con esto me empecé a dar cuenta que aquí en México primero eres lo que estudiaste y luego, con menor importancia, tu nombre… de hecho, ya con los meses siempre vi que en las oficinas, a la persona se le llama por su profesión y no por su nombre… ej: “el ingeniero te mandó esto”, o “la licenciada está llamando”, o “el contador quiere verte”… y muchas veces ni se sabe cómo se llaman estos ingenieros, contadores, licenciados, etc… En cambio, en Chile, en mi antiguo trabajo a mi jefe, al gerente de Talca, al gerente general e incluso al dueño de la empresa jamás se le dijo por su profesión, de hecho jamás supe sus estudios, siempre se le llamaba por “don X“.
Un segundo ejemplo podría decir que en varias oportunidades he escuchado que las personas utilizan la profesión para cosas totalmente distintas, para cosas que la verdad no es necesario en lo absoluto mencionarlas. Por ejemplo, un día, recuerdo que estaba la familia de mi esposa (sus padres y hermanos) y unos amigos, y de pronto llegó la hermana de mi esposa (mi cuñada) y escuché que mi suegro dice “miren, ahí viene la licenciada” … yo me quedé PLOP!! porque le estaba diciendo “licenciada” a su propia hija, en vez de decir “ahí viene Laura” o “ahí viene mi hija” ya que era una ocasión en que no había por qué mencionar su título, ya que era una reunión totalmente familiar…
Otras oportunidades han sido por ejemplo en supermercados o cuando he ido a comprar partes para mi computador, en que la persona que está delante de mi, al pedirle los datos para alguna factura la persona dice “ingeniero Juan Pérez” o “Licenciado José González”… cosa que la verdad no lo veo necesario.
Un tercer ejemplo y quizás el más notorio es en los programas de televisión, en los que cuando el conductor le pregunta el nombre a los participantes de los programas de concursos, siempre pregunta “a qué te dedicas?”… o “qué profesión tienes”, entonces el concursante tiene que decir su profesión… que si ingeniero, que si comerciante, que si doctor, abogado, etc., etc… mientras que en programas de Argentina, recuerdo que siempre después del nombre preguntan “de qué cuadro sos?” refiriéndose al su preferencia por algún equipo de fútbol (Boca, River, Racing, etc.)… lo mismo en Chile, que yo recuerde en la televisión no se preocupan tanto de la profesión o de la posición social de las personas… de hecho yo pertenezco a un grupo virtual de Chilenos, y desconozco la profesión de cada uno de ellos, pueden ser gerentes, dueños de empresas o pueden ser desempleados y tienen la misma participación… mientras que en México lo primero que te ven es la profesión, y si no la tienes, de inmediato quedas posicionado en un nivel más bajo y no se te toma en cuenta que a un doctor o a un ingeniero.
Y me da mucha risa aquellas personas que tienen más estudios, como los masters o los que tienen algún doctorado, porque ocupan más espacio para su sigla que para el mismo nombre… y lo ponen (la mayoría) en cada vez que tienen que poner el nombre.
Qué cosas no?…
Y a tí,¿cómo se te conoce? porque me parece que en tu provincia eras un técnico o algo así ,en computación. Imagínate, los talquinos tienen fama de agrandados y ve a ver con lo que te encontraste allá en mexico; son peores que un talquino come tomates, sin ofender, acá mismo en Chile, tenemos distintas acepciones te recuerdo la palabra “choro” muy folklórica,bueno ,espero que en esta navidad el niño Dios traiga calma y solución a todas tus odiseas. Yo.